lunes, 23 de agosto de 2010

VERANO 64

Pensó que detrás de esa curva estaría la playa, y detrás de la playa, el mar. Tras el mar, la mar, y tras la mar, el horizonte metálico. Y más al fondo, otro horizonte escondido y protegido por un doble arcoíris carmesí. Nada de eso halló. Sólo una contracurva solitaria barrida por un viento lento y susurrante.

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